Lo primero, bienvenido a Tea Sinensis. Una tienda de té afincada en Gijón y que vende también online. 

En este artículo vamos a ofrecerte toda la información que puedes necesitar para introducirte en el mundo del té, te dejaremos enlaces con información más concreta cuando sea necesario.

¿Qué es el té? ¿Qué tipos de té hay?

¿Qué es el Té?

El té es el resultado de infusionar hojas y brotes de la planta Camellia sinensis. Se consigue un gusto fresco, con un toque de amargor y ligeramente áspero que ha hecho que esta infusión se haya convertido a lo largo de la historia en la bebida más habitual en todos los confines del mundo, sólo superada por el agua.

Del té se disfruta su aroma y su sabor, pero sus características y propiedades la convierten en un elemento curativo, filosófico y casi místico en muchas culturas.

Dependiendo de la geografía, del entorno o incluso del estado de ánimo, una taza de té puede ser la excusa perfecta para pasar el rato en una tertulia social, o para disfrutar de la soledad, ya que puede mejorar la concentración en la lectura de un libro o garantizar un tranquilo estado de vigilia durante la meditación.

A diferencia de otras bebidas, como el café, no produce un efecto energizante o de alteración. Más bien al contrario. El té es una bebida de ritmos lentos y constantes, que pide hacer las cosas con atención y mimo. Es un placer sencillo que aprecian aquéllos que saben degustar la simplicidad, y que valoran la refinación y la diferencia esencial que implican los pequeños detalles.

el te en el mundo

Tipos de té 

El té es una de las bebidas más populares del mundo. Aunque la planta tiene su origen en China, hoy en día es tan representativa de la cultura japonesa con su famosa ceremonia del té, como de la británica y la hora del té, o la bereber, que la considera el acompañamiento perfecto para, entre otras actividades, cerrar negocios.

 

Además, el té se ha asimilado a las costumbres locales de cada región y se ha mezclado con otras plantas y sabores propios. En algunas regiones de la India se mezcla con jengibre o incluso pimienta para darle un toque picante. En Marruecos, el té verde a la menta se considera bebida nacional.

 

Si bien existen multitud de tipos de té, todos ellos tienen su origen en la misma planta, la Camellia Sinensis. Existen dos variedades de esta planta:

-       La camellia sinensis assamica se desarrolla ampliamente en las zonas tropicales, crece en entornos cálidos y húmedos.  Puede cosecharse a lo largo de todo el año, y no necesita un periodo de descanso durante la producción, por lo que es la variedad más rentable en términos de volumen. Los tés hechos de la variedad assamica son generalmente robustos y amargos.

-       De la camellia sinensis sinensis se obtienen los tés más delicados, que se producen mayoritariamente en China, Corea, Japón y Taiwán. Es un poco más pequeña que la variante assamica, y al contrario que ésta, detiene su crecimiento y producción durante el invierno. La estructura de sus hojas cuenta con una pared más gruesa, lo que le otorga mayor concentración de principios aromáticos y de sabor.

 

El diferente tratamiento que se le aplica durante los procesos de crecimiento, cosecha y secado deriva en tipos de té distintos, e influye tanto en su color, como en su sabor, aroma y textura.

colores del té

Colores del té

Las pequeñas diferencias durante el proceso de elaboración que sufre la hoja del té, le afectan a nivel molecular tan drásticamente que son capaces de variar el color, el aroma y el sabor de la infusión.

Esas variaciones en su elaboración y resultado, son las que nos permiten distinguir las seis grandes categorías en que se engloban la mayoría de los tés que derivan de la camellia sinensis.

Los tés más blancos, son los menos tratados. Según se va complicando el proceso de obtención, se consiguen unos tés más oscuros, y se desarrollan unos aromas más fuertes y sabores más robustos. Los tés más oscuros son también más ricos en teína.

Las propiedades del té también varían según el tipo de té. El té verde y el té blanco son ricos en un tipo de antioxidante llamado catequinas, sobre las que durante el proceso de oxidación, se produce una alteración química que los transforma en teaflavinas y tearubiginas que son otro tipo de antioxidante.

Se considera que el té con mayor cantidad de principios activos beneficiosos para la salud es el té verde.

Dependiendo de cómo se lleven a cabo los procesos de marchitado, oxidación, secado y maduración se obtienen como resultado un té más blanco o más oscuro.

muchos colores de te

Así es como llegamos a los seis tipos de té que forman parte de la gradación organoléptica:

-       Té blanco: Se hace con las hojas tiernas. Se recogen del arbusto y se dejan secar en un lugar cálido, o al sol. Es el té más puro, nada procesado.

-       Té verde: Una vez se recoge de la planta, se aplica calor a las hojas para que pierdan su potencial de oxidación y se detiene su desarrollo.

-       Té amarillo: En este caso tras la fijación, que es lo que detiene la oxidación del té, se cubren las hojas con una tela húmeda para producir una oxidación no enzimática, que es lo que produce el color, sabor y aroma característicos de este té.

-       Té azul: también llamado té de Oolong. Se deja que se oxide parcialmente durante el proceso de elaboración por eso su sabor es algo más intenso.

-       Té rojo: Lo que hace que el té rojo sea tan especial es la manera de elaborarlo. Tras dejarlo secar se cuece al vapor y se comprime formando una especie de torta esférica. El método se inventó hace cientos de años para facilitar su transporte pero gracias a este proceso el té mejora con la edad como los buenos vinos.

-       Té negro: Las hojas de té se dejan oxidar al máximo para la preparación de un té negro, consiguiendo así un aroma más fuerte y un mayor nivel de cafeína que en otros tés más livianos.

-       Té Rooibos: Aunque el rooibos es considerado un tipo de té rojo, no procede de la planta de té de origen chino, sino de la Aspalathus linearis de origen sudafricano. También es muy rico en antioxidantes, pero al no contener cafeína, es apropiada para personas con problemas de hipertensión.

Aromas del té

Para diversificar aún más la experiencia del té, puede enriquecerse con algún tipo de aroma añadido. La combinación de un aroma es completamente diferente en un té o en otro, consiguiendo innumerables posibilidades.

Estas variedades han hecho que el té se adapte al paladar de los pueblos más diversos alrededor del globo, consiguiendo toques ahumados, afrutados, cítricos...

¿Cómo se le añade aroma al té?

El modo más antiguo de aromatizar un té es mezclándolo con flores. El té verde se ha mezclado tradicionalmente con flores de jazmín en China desde tiempos inmemoriales. Es también muy popular el té de rosa, que consiste en té negro mezclado con pétalos de rosa. Lo habitual es que se retiren las flores una vez se ha terminado el proceso de aromatización.

Otra manera de aromatizar el té es mediante el humo. El té Lapsang Souchong, es un té ahumado que se utiliza también en cocina para conferir a los platos un fondo ahumado delicado y ligeramente floral. Este sabor tan característico se consigue secando las hojas de té unas 10 horas sobre brasas de pino, lo que le aporta un aroma de lumbre, ceniza y cedro.

Por último, se aromatizan también los tés mediante esencias. El clásico té Earl Grey, tan popular en Inglaterra desde el siglo XIX, es una mezcla de té negro aromatizado con esencia de bergamota. 

 

El té combina muy bien con cualquier aromatizante natural. Existen en el mercado aromas artificiales que se añaden a las infusiones para abaratar los costes, pero son apreciables para un paladar acostumbrado a percibir los matices de los distintos tés.

La esencia de los ingredientes confiere a esta bebida la facultad de conectarnos con lo natural y con lo primigenio. Los aportes que le añadamos pueden estimular más estas sensaciones pero siempre que no tengan un origen artificial. 

Preparación y degustación del té

Desde que se tiene conocimiento del consumo del té, se le asocia con una serie de ceremonias de preparación y degustación. Estos rituales ayudaban a crear un ambiente en que la persona se sentía segura, en calma y protegida.

Es muy importante para la preparación del té, la elección de los materiales adecuados. Se pueden infusionar en tetera o en taza, pero es fundamental que sean de materiales no porosos y que no desprendan ningún tipo de partículas al té. Las piezas de cristal o de cerámica son las más adecuadas.

Otro elemento esencial es el agua. Las aguas duras, con carbonatos de calcio y magnesio, pueden interferir en el sabor del té. El agua del grifo, puede contener restos de cloro. Además es muy importante la temperatura. El agua debe estar a unos 85º, justo antes de hervir. En caso de que haya roto a hervir, deberemos esperar unos minutos antes de añadir las hojas de té.

La mezcla del agua y las hojas de té debe dejarse reposar los minutos indicados, dependiendo del tipo de té. Cada variedad de té tiene un tiempo distinto de infusión. Si se mantiene tapada la taza o la tetera, mientras se están diluyendo las propiedades del té, se mantendrán mejor los aromas.

como preparar un buen te

Componentes del té

Un antiguo proverbio chino dice que “beber una taza de té al día puede matar de hambre a tu boticario”. Se entiende de esto que las propiedades que aporta el té consiguen que nunca necesites medicinas.

Todos los tipos de té están compuestos por un complejo químico que incluye vitaminas, minerales, aminoácidos, polifenoles y metilxantinas.

-       Vitaminas: Tiene vitaminas A y B (incluyendo B12) y en el caso de algunos tés, como el té verde también hay vitamina C.

-       Minerales: Contiene fluoruro, que ayuda a mantener fuertes los dientes y evitar las caries. Los nutrientes en las hojas también incluyen pequeñas cantidades de sodio, manganeso, potasio, zinc, calcio y hierro.

-       Aminoácidos: Son unos compuestos químicos que ayudan al cuerpo a formar sus proteínas. La L-teanina que incluye el té, ayuda a que se absorba de manera lenta la cafeína, y así nos mantiene despiertos, pero no alterados. Reduce la presión arterial, y el estrés mental.

-       Polifenoles: son unas sustancias de alto poder antioxidante. En el té, las más representativas son las catequinas, que ayudan a protegernos de enfermedades relacionadas con la edad.

-       Metilxantinas: Son un grupo de estimulantes, como la teofilina y la cafeína que ayudan a mantener nuestro cuerpo alerta.

El té en las culturas del mundo

China es la cuna del té. En aquellas tierras se ha consumido durante milenios. En el origen, el té se consideraba una planta medicinal y después pasó a formar parte de la dieta gracias al aporte vitamínico que suponía su consumo.

Con el tiempo se fueron creando casas de té, donde se bebía té por su mero deleite mientras se disfrutaba de otras artes como la poesía, la lectura, o la filosofía.

 

En zonas limítrofes de China, como Mongolia o Tibet, habitadas por pueblos nómadas o guerreros, tenían dietas ricas en carne y grasas, pero carentes de las vitaminas que aporta el consumo vegetal. Se tiene conocimiento desde el siglo VII que estos pueblos incluyen el té en su alimentación para suplir la insuficiencias de sus costumbres alimenticias.

 

El consumo de té se ha considerado también una costumbre refinada, a la que se ha envuelto en lugares particulares y ceremonias. Este es el tratamiento que se le da al consumo de té en Taiwán, donde también es una costumbre de miles de años de antigüedad. El té en Taiwán es más que una tradición, es una institución, y han desarrollado su propia cultura del té, que aunque menos reglada que la China, es igualmente elegante. El momento del té solía acompañarse de otras artes como la música.

 

La sublimación de los rituales de té se encuentra en Japón, donde fue desconocido hasta el siglo IX, fecha en que un monje zen, lo introdujo desde China. En Japón se le atribuyen propiedades curativas y se usa como medicina. Entre los siglos XII y XIII empiezan a desarrollarse las ceremonias del té, en las que se leía poesía, se hacía caligrafía, se contemplaban obras de arte o se discutía de filosofía.

El sado, o ceremonia del té japonesa, combinaba la concentración de la mente con la calma espiritual y fue muy del gusto de shogunes y samuráis.

 

En el Reino Unido se generalizó el consumo de té a partir del siglo XVIII. Se ha convertido en un elemento fundamental de la cultura británica, materializado en el té de la tarde.

 

En India, se tomó la costumbre de beber té de los británicos, pero lo adaptaron a sus propios gustos. A día de hoy, India es uno de los mayores productores y consumidores de té, y gustan de mezclarlo con jengibre, cardamomo, pimienta, canela o nuez moscada.

 

En Oriente Medio también se ha implementado el té en la cultura, pero el mejor exponente en este tipo de culturas se encuentra en Marruecos, donde está fuertemente relacionado con la hospitalidad. Allí se mezcla el té con hojas de menta y se sirve muy dulce mientras te invitan a reflexionar sobre la vida, el amor y la muerte.